- ¡No debo! Nada del daño infligido por él se podrá arreglar así.
- ¿Ah, no? ¿Acaso no te sentiste muerta por dentro? ¿No te hizo sentir podrida, como una flor marchita?
-¿Y qué? Eres mi reflejo y, por lo tanto, lo sabes todo sobre mí. Yo le amo.
- ¿Después de lo que te hizo? Sabes que matarlo sería lo mejor para ti y para tantas chicas que han sufrido su encanto. Nadie sabrá que has sido tú. Ha herido a tantas chicas que...
-¿Y como sugieres que lo haga? - no sé por qué dije eso. Quizás fue tan solo la curiosidad o a lo mejor el espejo estaba en lo cierto.
- Lo sabes perfectamente. No te sentirás mal, porque es lo correcto.
En ese momento, apareció mis manos un arma. Mi reflejo mostró una sonrisa de suficiencia a la vez que decía...
- Sabes que lo deseas. Se lo merece...Oh, dulce venganza.
Me sorprendí a mi misma girándome bruscamente activando el arma con unas manos demasiado seguras y profiriendo una bala directa a su corazón. Él, que estaba tumbado en la cama, plácidamente dormido, abrió los ojos de repente, a la vez que brotaba sangre de todo su cuerpo. Yo, está claro, rompí a llorar. No podía haber hecho eso, pero sabía que sólo yo era la culpable. O al menos, parte de mí.
- ¿Era esto lo que querías? Pues no me siento como prometiste, y tu tampoco lo harás. Eso te lo aseguro. - propiné un fuerte golpe al espejo con la culata del arma, o cual produjo una lluvia de cristales contra el suelo y, a la vez que estos caían, yo pude sentir como me convertía en polvo, pero no sin antes darme cuenta de que, cada persona, tiene dos caras.
_Lady Sweet Nerdy_
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